Congregación de Yahweh

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La Gran Importancia de Obedecer la Palabra Profética

Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Yahweh vuestro Elohim, y estaréis seguros; creed a Sus profetas (verdaderos profetas), y seréis prosperados.    - 2 Crónicas 20:20

 

Lectura Seleccionada: 2 Pedro 1:3-21

 

Introducción:

Al igual que en el tiempo antiguo, sigue existiendo tanto engaño, falsos profetas y soñadores, que confunden a la congregación de este siglo 21.  La falsa profecía ha logrado que muchos creyentes le pierdan el interés y dejen de prestarle atención.  Recordamos la llegada el año 2000 en donde los gobiernos vaticinaban una catástrofe.  Otros buscando alternativas lejos de Los Sagrados Escritos, quedaron pendientes a las profecías Mayas que anunciaban el fin del mundo a finales de del año 2012.  Ciertamente, el año 2000 y el 2012 han pasado como si nada.  Pero la palabra de Yahweh permanece para siempre, por lo que es en ella donde encontramos la profecía más segura y verdadera, aunque también se levantaron falsos profetas, que fueron identificados.

 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en Mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de otras deidades, el tal profeta morirá.  Si el profeta hablare en nombre de Yahweh y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Yahweh no ha hablado; con presunción la habló tal profeta; no tengas temor de él. - Deuteronomio 19:20, 22

Algunas de las profecías verdaderas ya han tenido su fiel cumplimiento dentro de la historia del hombre.  Y en cada caso literalmente se cumplió todo lo que se había profetizado.  Recordemos que la profecía de toda la Palabra de Yahweh tiene un propósito y un fin específico; edificar, exhortar y consolar al creyente (1 Corintios 14:3).  La palabra profética es una lámpara que brilla en un lugar oscuro.  Y todos los que aún no se hayan convertido al Mesías, todavía está en tinieblas.  La oscuridad implica estar lejos de Yahweh y de su hijo Yahshúa; es no conocerlos.  Yahweh es luz (1 Juan 1:5) y se halla en luz inaccesible (1 Timoteo 6:16). 

La profecía (verdadera) es tan importante que, si es ignorada, si no se toma en cuenta, puede llevar a la destrucción personal y espiritual, inclusive hasta la muerte.  En esta lección veremos las consecuencias de un pueblo, profetas y reyes que ignoraron la palabra profética y terminaron castigados o muertos.  Veamos.

 

I: La Palabra Profética Ignorada; El Pueblo pide Rey

En Deuteronomio 17:14, Yahweh ya le había advertido a Moisés y al pueblo de Israel que un día ellos querían tener un rey como todas las naciones.  Esa elección llegó en los tiempos del profeta Samuel (1 Samuel 8:4-5).  Constitúyenos ahora un rey.  Había una diferencia entre un rey y un juez.  Un juez era un líder llamado por Yahweh para ayudar en una necesidad específica en un tiempo de crisis.  Mientras que un rey mantenía su oficio como rey por todo el tiempo que viviera y también heredaba su trono a sus descendientes.  Otra diferencia era que, los jueces no creaban un gobierno, mientras que los reyes sí establecían un gobierno permanente con una burocracia la cual podía ser tanto una bendición como una maldición para cualquier persona.

El periodo histórico de los reyes de Israel y de Judá, es de aproximadamente unos 460 años.  Desde Saúl como rey de Israel en el 1045 antes de la era actual, hasta la caída de Israel en el 721, en manos de Asiria, y la caída final de Judá en el 586 en manos de Babilonia.  La mayoría de los reyes hicieron lo malo delante de Yahweh por tanto hicieron sufrir al pueblo el castigo de querer tener rey como los demás pueblos.  Veamos a algunos de ellos:

Saúl = Desobediente.  Yahwéh le ordenó exterminar a Amalec y aun a sus animales, no cumplió, además consultó a una pitonisa.

David = Entre obediente y desobediente. Hizo censo en el pueblo cosa que no le gustó a Yahweh, le quitó la mujer a Urías y la dejó encinta, luego mando a matar a Urías con la espada del enemigo.  Dos de sus hijos trataron de darle un golpe de estado para reinar ellos. 

Salomón = Obediente y al final desobediente.  Ultimo en el reino unificado.  Impuso tributos extremos al pueblo y al final de su vida, las mujeres extranjeras le llevaron a la idolatría.

Roboam = Desobediente.  Durante su incumbencia se divide el reino y quedó con dos tribus, la de Judá y Benjamín y media tribu de Levi.  Sólo procuró hacer guerra contra Israel.

Jeroboam = Desobediente.  Reinó 22 años en el reino de Israel.  Le fueron entregadas 10 tribus, se inventó fiestas e impuso la idolatría alejando al pueblo de Yahweh.

Reino de Israel                                                         Reino de Judá

Nadab = Desobediente.                                             Abías = Obediente en general.

Baasa = Desobediente.                                              Asa = Obediente, muere en desobediencia.

Ela = Desobediente.                                                  Josafat = Obediente.

Zoimri = Desobediente.                                            Joram = Desobediente.

Omri = Desobediente.                                               Ocozías = Desobediente.

Acab = Desobediente.                                               Atalía = Mujer desobediente.

Ocozías = Desobediente.                                          Joás = Obediente, muere en desobediencia.

Joram = Desobediente, no al extremo.                     Amasías = Obediente, no de todo corazón.

Jehú = Obediente en general.                                    Uzías = Obediente, al final desobedece.

Joacaz = Desobediente.                                             Jotam = Obediente.

Joás = Entre obediente y desobediente.                    Acaz = Desobediente.

Jeroboam II = Desobediente.                                    Ezequías = Obediente.

Zacarías = Desobediente.                                          Manasés = Desobediente, al final obedece.

Salum = Desobediente.                                             Amón = Desobediente.

Manahem = Desobediente.                                       Josías = Obediente.

Pekaía = Desobediente.                                             Joacaz = Desobediente.

Peka = Desobediente.                                                Joacim = Desobediente.

Oseas = Desobediente.                                              Joaquín = Desobediente.

                                                                                   Sedequías = Desobediente.

Y dijo Yahweh a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.   - 1 Samuel 8:7

Luego de enterarse que la mayoría de los reyes fueron malos ante los ojos de Yahweh, ¿Tendría razón Yahweh al no querer rey para Israel?  Juzgue usted.

 

II: La Palabra Profética Ignorada; Saúl no Cumple su Encomienda

La historia de Saúl es la historia de un hombre que comenzó bien, pero terminó mal. Yahweh lo saca de la familia más pequeña de la tribu de Benjamín, lo llena de su santo espíritu, tanto es así que, se dice: ¿Saúl entre los profetas?  Es que a quien Yahweh llama, lo respalda y capacita, pero es una obligación de aquella o aquel que fue llamado, de permanecer en la palabra de Yahweh para que su espíritu de santidad no se aparte de él o de ella.  

La primera palabra profética que recibe Saúl es que espere siete días a que Samuel vuelva para que le presente sacrificio a Yahweh en vías de obtener la victoria.  Los reyes podían ofrecer sacrificios por ellos mismos, como lo hacía el pueblo, en busca del perdón de su pecado o del favor de Yahweh, pero no podían ofrecer sacrificios por el pueblo, pues eso le tocaba al sacerdote.  Saúl toma un oficio espiritual que no le pertenece, tomando en poco la palabra profética y recibe una reprimenda y una sentencia con apenas dos años de su reinado sobre Israel.

Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho, no guardaste el mandamiento de Yahweh tu Elohim que Él te había ordenado; pues ahora Yahweh hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.  Mas ahora tu reino no será duradero.  Yahweh se ha buscado un varón conforme a su corazón, el cual Yahweh ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú, no has guardado lo que Yahweh te mando.   - 1 Samuel 13: 13-14

Mientras David se destaca negativamente por ofender los mandamientos de Yahweh (no adulterarás, no matarás) Saúl se destaca negativamente por seguir ignorando la palabra profética que viene de Yahweh.  En esta ocasión, la palabra profética de lo que se había de hacer, fue dada muchos años antes de que Saúl naciera, aunque confirmada en su tiempo para que él la cumpliera.

Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al encuentro en el camino y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tu estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Yahweh.  Por tanto, cuando Yahweh tu Elohim te de descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Yahweh tu Elohim te da por heredad para que la poseas, borraras la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides.   - Deuteronomio 25:17-19

Después Samuel dijo a Saúl: Yahweh me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora pues, está atento a las palabras de Yahweh.  Así ha dicho Yahweh de los Ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto.  Ve pues, y hiere a Amalec y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.  - 1Samuel 15:1-3

¿Cómo terminó esta desobediencia a la palabra profética?  Saúl para añadir a su maldad, fue a consultar una pitonisa y el mismo diablo le dice a través de ella que Yahweh se había apartado de él y era su enemigo (1 Samuel 28:16).  Aun así, Saúl sale a una guerra perdida y termina echándose sobre su propia espada para que los filisteos no lo mataran.  Triste tragedia para alguien que fue llamado por Yahweh, y todo por no obedecer a la palabra profética.

 

III: La Palabra Profética Ignorada; Jonás Prefiere otro Lugar

¿Puede un hombre ignorar el llamado Divino?  ¿Sobre todo, cuando la palabra profética le llega directamente de Yahweh?  Pues, el profeta Jonás lo hizo, ignoró la palabra profética con sus consecuencias.  La misión que Yahweh le asigna a Jonás fue llevar un mensaje de advertencia, con el fin de salvar a Nínive de la destrucción total.  Jonás ignora la palabra profética y busca escapar de esta misión, pero el texto no aclara por qué.  Pudiera ser que Jonás pensara que, si los habitantes de Nínive se arrepentían, la reputación de su pueblo se vería afectada, toda vez que Israel y Judá no escucharon las advertencias de sus profetas.  Otra teoría mencionada es que los ninivitas eran tan crueles y malos, matando inclusive a israelitas, que Jonás los prefería ver muertos.  Sea cual sea la realidad que había en la mente de Jonás, la palabra profética era la siguiente:

Vino palabra de Yahweh a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.  -  Jonás 1:1-2

Es Jonás otro que ignora la palabra profética con sus consecuencias.  Al apresurarse a huir a Tarsis, lo que sucede en el barco está programado por Yahweh para llevarle una enseñanza a Jonás.  A medida que los acontecimientos continúan su curso, Jonás descubre que los marineros no son malas personas, por el contrario; cuando ellos descubren que Jonás es el culpable de la tormenta y que la única forma de salvar sus vidas es deshacerse de él, no se apresuran a arrojarlo al mar.  Primero tratan de regresar a tierra y mantener a Jonás sano y salvo, acción que le permite a Jonás percibir la compasión de estos marineros gentiles.  Ellos estaban dispuestos a arriesgar sus vidas para salvar la vida de un judío.  ¿Cómo terminó esta desobediencia?

Entonces clamaron a Yahweh y dijeron: Te rogamos ahora Yahweh, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente, porque tu Yahweh, has hecho como has querido.  Y tomaron a Jonás y lo echaron al mar, y el mar se aquieto de su furor.  Y temieron aquellos hombres a Yahweh con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Yahweh e hicieron votos.  Pero Yahweh tenía preparado un gran pez que se tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez, tres días y tres noches.  - Jonás1:14-17

¿Qué pasó finalmente con Jonás?  Su arrepentimiento le llevó a conservar la vida, pero con sus consecuencias, toda vez que Jonás no había perdido el deseo de ver muertos a todos los ninivitas (Jonás 4:5).  Finalmente, Nínive se arrepiente y Yahweh muestra una vez más, su amor y misericordia por la humanidad.  De Jonás sabemos que, por su desobediencia y arrogancia, no se le encargó otra tarea de envergadura.  Amados, Yahweh no trata con desobedientes.  Tan importante es obedecer sus mandamientos, como su palabra profética; pues la palabra profética no es otra cosa, que la voluntad de Él para con su pueblo o sus hijos.

 

IV: La Palabra Profética Ignorada; El rey Acab Ignora la Advertencia Profética

En un matrimonio con fines políticos, el rey Acab se casó con Jezabel.  Haciendo una alianza con Et-baal, padre de Jezabel y rey de los sidonios (1 Reyes 16:31).  Dicha alianza aportó ventajas comerciales y de paz a Israel, pero esas ventajas eran nada en comparación con serle fiel a Yahweh, toda vez que la princesa de los sidonios, Jezabel introdujo en Israel la idolatría que se oponía a la adoración del Creador.  Jezabel logró finalmente involucrar a su marido en el culto a Baal y Asera, llegando a tener un templo dedicado a Baal en Samaria, con numerosos sacerdotes.  La influencia pagana era tan grande en Israel que esta práctica amenazó incluso a Judá, el reino del sur, cuando la hija del rey Acab, Atalía, se casó con Joram, hijo del rey Josafat.  Aun así, Yahweh seguía teniendo misericordia de Israel y de Acab.  Cuando Acab fue inducido por un espíritu inmundo para pelear contra Ramot de Galaad, entre muchos falsos profetas, Yahweh levantó a un verdadero profeta de nombre Micaías que le advirtió al rey Acab las consecuencias de desobedecer la palabra profética que recibía.  Veamos:

Entonces Micaías dijo: he visto a todo Israel derramado en los montes como ovejas sin pastor; y dijo Yahweh: estos no tienen señor; vuélvase cada uno en paz a su casa.   -  2 Crónicas 18:16

La arrogancia o la ignorancia de los seres humanos llega hasta márgenes inimaginables.  Acab trató de burlar a Yahweh y a su palabra profética, disfrazándose para el combate.  Muy pronto Israel y Judá (Acab y Josafat) comienzan a perder la batalla.  Y un soldado enemigo, como quien celebra una victoria o en un acto irresponsable desperdiciando una flecha; extiende su arco y dispara a la ventura, hiriendo al rey Acab entre las junturas y el coselete (chaqueta corta de malla tejida llevada por los soldados para proteger su pecho y sus brazos).  El Ministro Edwin García, Padre, nos decía que mientras el soldado tenía la flecha en su mano, era suya; una vez la soltó al aire, la flecha era de Yahweh, dando en el cuerpo del rey Acab y acabando con la vida de otro que se atrevió a ignorar la palabra profética.  Porque la boca de Yahweh lo ha hablado.

 

V: La Palabra Profética Ignorada; Entrégate y tu vida será por Botín

Los Sagrados Escritos afirman que Sedequías (Matanías 2 Reyes 24:17) hizo lo malo ante los ojos de Yahweh, como todo lo que había hecho Joacim (2 Reyes 24:19), que no se humilló ante el profeta Jeremías (2 Crónicas 36:12), y que endureció su corazón para no volverse a Yahweh (2 Crónicas 36:13).  Por otro lado, la Palabra muestra a Sedequías en un acto de compasión por Jeremías al instruir a Ebed-melec el etíope para que lo rescatara de la cisterna a la que lo habían bajado (Jeremías 38:10).  Además, hace un pacto con el pueblo, aprobado por Jeremías, de que todos deberían dejar en libertad a sus esclavos hebreos (Jeremías 34: 8-11).  No obstante, ante la palabra profética fue obstinado y tuvo miedo del pueblo, en vez de tener temor de Yahweh.  La palabra que recibió fue la siguiente:

Hablé también a Sedequías rey de Judá conforme a todas estas palabras, diciendo: Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia y servidle a él y a su pueblo y vivid.  ¿Por qué moriréis tú y tu pueblo a espada, de hambre y de pestilencia, según ha dicho Yahweh de la nación que no sirviere al rey de Babilonia?  No oigáis las palabras de los profetas que os hablan (mentira) diciendo: No serviréis al rey de Babilonia; porque os profetizan mentira.      -  Jeremías 27:12-14

De la misma forma que ocurrió en los ejemplos de Los Sagrados Escritos presentados anteriormente, Sedequías tampoco le hizo caso a la palabra profética. Sedequías desobedeció a Yahweh al ignorar su palabra profética, y no se iba a quedar riendo.  Dejemos que los Sagrados Escritos sean los que nos expliquen las consecuencias.

Y el ejército de los caldeos siguió al rey (Sedequías) y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su ejército.  Preso pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia en Ribla y pronunciaron contra él sentencia.  Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. -2 Reyes 25:5-7

La verdadera palabra profética no es algo del pasado. Hoy la necesitamos igual que antes.  Yahweh proveyó el don de profecía para edificarnos, prosperarnos y perfeccionarnos para la obra del ministerio (Efesios 4:11-12).  Por eso, sigo escuchando atentamente cada vez que un profeta habla, sin dejar de pesar los espíritus para asegurarme de quién es la palabra.

Hasta cierto punto, en cada uno de nosotros opera la palabra de profecía.  Somos los profetas de nuestras propias vidas.  Profetizamos y declaramos sobre nuestro hogar, hijos(as) y familias.  Declaramos sanidad y prosperidad sobre nosotros y nuestros hermanos.  En fin, a nadie le amarga un dulce, por lo que ponderamos cosas buenas y muchas bendiciones.

No te condenes con los dichos de tu boca (Proverbios 6:2).  Para Yahweh, ignorar su palabra profética es un pecado que no queda sin castigo pues son sus instrucciones directas a la humanidad.  Ahora entenderás por qué las vestimentas blancas, el despojo de lo exterior, la forma de llevar nuestras finanzas (pues fue un plan que recibimos de la boca de Yahweh) es tan importante para nosotros como pueblo.  Porque la boca de Yahweh lo ha hablado y el no tomará por inocente al culpable (Nahum 1:3).  Yahweh le ha dado una historia a nuestro pueblo, diferente a la de Israel y a la de otras congregaciones evangélicas.  Ahora que lo sabes; ¿Que vamos a hacer con la verdad?  ¿Aplicamos la palabra profética o la ignoramos?  Recuerda, que todo tiene sus consecuencias. 

Shalom, Min. Edwin N. García Vélez

 

Foro de Reflexión:

  • 1. Dele una mirada al listado de reyes que gobernaron a Israel y Judá y diga si Yahweh tenía razón al no querer que Israel tuviera rey como las otras naciones. De hecho, ¿quiere Yahweh que su pueblo sea como las demás naciones?  -Levítico 18:24-29

 

  • 2. Desobedecer la palabra profética es desobedecer a Yahweh. Mencione todo lo que perdió el rey Saúl al desobedecer la palabra profética.  -1 Samuel 13: 13-14

 

  • 3. El capítulo 2 de Jonás presenta una hermosa oración de un ser humano arrepentido y con deseos de cumplir su encomienda. Luego de leer Jonás 4:1-2, ¿cree usted que Jonás estaba verdaderamente arrepentido o quería salir del pez?

 

  • 4. ¿El profeta Micaías estaba seguro del mensaje que de parte de Yahweh llevó? ¿Cree que alguien puede engañar a Yahweh?   -2 Crónicas 18:27, 29, 33 y 34

 

  • 5. El rey Sedequías fue otro que despreció la palabra profética para sufrir las consecuencias. ¿Cree usted que valía la pena tanto dolor?  ¿Cree usted que es mejor poner nuestros pies en tierra y obedecer la palabra profética que hemos recibido?   - 2 Reyes 25:5-7